Hoy subo a la cima del Monte Vaea no para contar una historia junto a la tumba de Stevenson sino para expresar el placer de haber sido el receptor de la historia que contaban otros. O mejor dicho, para felicitar a quienes han sabido (y espero que sigan haciéndolo mucho tiempo mas) contar historias a base de jugar con nuestra Historia en un experimento tan grato como la serie de TVE El Ministerio del Tiempo, que anoche inició su segunda temporada.